0

Sillón-ball

Hacía tiempo que no era tan feliz…

Ya no me acordaba de lo que era poder tumbarse y agarrar un huevo en cada mano. Tumbarme en el sofá y frotarlos con ambas manos hasta que me canse. Y cuando eso ocurra, cambiarlos de mano y repetir la operación.

Había olvidado lo que es no tener preocupaciones, aunque fuera por dos días. Salir el viernes, beber y bailar hasta no poder más. Tumbarme el sábado y descansar, ir al baloncesto a ver ganar al Cai el domingo (he estado con Mapache, cosas de la vida)… Bien, vaya.

Felicidad, relax…

Aún me faltan notas por saber, de momento todo han sido buenas noticias, pero no tiene por qué seguir así. Pero en cualquier caso, estos días no los cambio por nada. Y nada, ahora a ver cómo empieza el segundo asalto. Quedan muchas cosas buenas por salir, entre ellas mi ansiado Erasmus. A saber qué conseguiré, pero el no ya lo tengo, ¿no?

En fin, ahora toca irse a dormir, así que otro día que pase algo interesante escribo otro ratico.

Y ya está 🙂

Ojo… comer pasteles está bien, pero no antes de la dieta. :-O