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Lapsus juerguista en la consulta

Sigo con el «malestar» típico de después de fiestas, o como se llama técnicamente «Catarrum Monumentalis».

El lunes me pegué toda la mañana en la cama, pero conseguí comer en el CPS. A clase no fui, pues no tenía excesivas ganas, y ya de parte tarde tuve la visita anual al dentista. Salí de allí con la dentadura escocida por el trote que la cruel dama me metió con los punzones aquellos que utilizan estos personajes.

Y ya que estaba, pensé que igual era buena idea cogerme una biZi e irme al centro, para que el médico me echara un vistacillo.

La visita fue lo de siempre: Qué síntomas tienes, súbete la camiseta, te ponen el cacharro para escucharte, tal, tal, tal. Luego ya te recetan antibiótico si lo creen necesario, un mucolítico, paracetamol, ibuprofeno (o los dos), y fin de la consulta.

El hecho de que la recepcionista (nunca he sabido si son enfermeras o qué) fuera una rubia bastante atractiva no es importante. Creo que puedo ahorrarme pues la descripción detallada de aquella obra de arte de la creación.

Lo curioso de esta visita al médico fue que, y sin saber muy bien por qué, cuando el hombre me pidió mi tarjeta sanitaria, no fue ésta lo que le entregué. Yo metí la mano a la cartera, saqué algo, y extendí la mano para ofrecérselo al amable señor con acento argentino-rumano (era una mezcla curiosa).

Conforme mi mano se iba aproximando a la de nuestro amigo, vi que su cara reflejaba sorpresa. De modo que me dio por mirar a lo que estaba a punto de darle. ¿Sabéis que era?

¡¡MI CARNET DE PEÑISTA!!

Sí, sí, podéis reíros de mí. Al señor le faltó muy poco para lanzar una carcajada. Yo creo que sencillamente no llegó a distinguir bien lo que era. Pero vaya… lo guardé rápidamente y saqué la tarjeta sanitaria.

Como veis, los excesos nocturnos causan estragos, mi neurona todavía está de resaca y dos días después de mi último litro de calimocho todavía no había cambiado el chip.

No bebáis, mis queridos padaguanes.

Y ya está 🙂

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Eeem… ¡NO! – El desenlace

Último día de tocadica (bowling) en la capital maña.

Un buen puñado de horas de sueño, un café largo los 3 tontos y la jefa, y un par de croquetas, ya sólo 2 de los 3 tontos. Ése ha sido el resumen del día. Por no sumar las películas de Regreso al futuro (I y III) que han caído por la noche.

Pero bueno, esto no es lo más importante del día. El verdadero motivo de este post es una experiencia reveladora. Un acontecimiento reconfortante, tranquilizador, orgásmicamente redundante y a la vez tan misericordioso y sublime como una abrumadora y nigérrima encefalopatía con tintes paupérrimamente jubilosos.

(NOTA: ¿¿¿Qué C*J*N*S habrá querido decir todo eso???)

A lo que vamos.

Supongo que todos recordaréis a la bella damisela que me negó su mechero hace algunas semanas. Para quien no la recuerde, os pongo el enlace para que veáis el principio de esta historia de amor:

https://loixiyo.com/eeem-no

Hoy también estaba en mi bar, y tras abandonar el recinto «ella la cosa», le hemos preguntado al camarero. Él nos ha dicho que esas prácticas amables por parte de nuestra educada y amable señorita se repetían contínuamente, y que ha llegado a escuchar cosas como:

– ¿Mechero? ¿Y por qué tendría yo que dejarte mi mechero?

Todo tipo de contestaciones, cada cual más encantadora salen de la boca de esa víbora que sólo hace que escuchar conversaciones ajenas mientras te mira por encima de sus gafas, con su cigarro en la boca y el cubata en la mano.

Qué rencoroso estoy pareciendo, pero qué a gusto me quedo hablando de ésta personajilla. La cuestión es que me ha alegrado ver que definitivamente yo no soy el malo. No soy el tío que le cae mal, sino que esta señora está en contra de todo el mundo. Es así la mujer, o como bien digo a veces: NECESITA urgentemente un poco de amor 😛

Pues nada, con la alegría de saber yo no soy el único pringadillo, me despido por hoy.

Y ya está 🙂

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Eeem… ¡NO!

Da gusto ver la tacañería de la gente en algunas ocasiones. Y es que no tengo claro si es que el gas de los mecheros es caro, si la tía tiene un marido con poco saque, o lo que ha podido pensar de mí.

En el Valdai (mi archiconocido bar) hay una mujer a quien más de una vez he sorprendido escuchando mis conversaciones con diversos colegas. No sé si lo que estamos hablando sería interesante o si es que se aburre, pero la cuestión es que ahí la tenemos, siempre con los oídos puestos en conversaciones ajenas, como quien no tiene otra cosa mejor que hacer.

Hoy he llegado, como es costumbre, a pedir mi tradicional café con hielo, esta vez para llevar, puesto que tenía una reunión a la que iba a llegar tarde si no me daba bastante prisa.

Uno de los camareros me ha preguntado qué tal había acabado el curso, y hemos mantenido un pequeño diálogo de apenas un par de minutos, mientras la otra camarera me preparaba mi café, y mientras yo, para ganar tiempo me liaba un cigarrito.

Ha sido entonces cuando he caído en la cuenta: NO LLEVABA MECHERO.

En principio esto no suele ser problema. La solución es rápida, hay que mirar alrededor para ver quien lleva mechero y pedírselo amablemente. En este caso, ELLA (la dulce orejas) estaba a mi lado, y por supuesto estaba escuchando mi conversación con el simpático y joven camarero. La tremenda y «amable» mujer tenía su paquete de tabaco con el mechero encima. De modo que mi frase ha sido sumamente educada, y veamos su respuesta:

– Oiga, perdone. ¿Puede darme fuego, por favor?

– Eeeem … ¡NO!

Y ahí ha sido cuando con toda la tranquilidad del mundo ha guardado el mechero en el bolso para que yo no lo cogiera.

Al principio pensaba que estaba de coña, y que a continuación diría algo como «Que sí, tonto, aquí tienes». Pero de nuevo: NO. Ni me ha vuelto a mirar, ha seguido con su cara de perro mirando al frente e ignorándome. Menuda cara de TONTO se me ha quedado.

Así pues, mi post de hoy va dedicado a la mujer de cara de perro, oído agudo y gran amabilidad: GRACIAS, PRECIOSA.

Desde Anda a cascala!, le mando un afectuoso saludo.

Y ya está 🙂

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Mis felices 22

Como va a empezar a ser tradición, hoy escribo por mi cumpleaños.

Realmente no espero muchas felicitaciones hoy. Mucha gente que «debería» acordarse de mi cumpleaños no lo hará, porque se saben la fecha, pero no saben algo más básico: A QUÉ DÍA ESTÁN. A estos se les puede perdonar, porque a mí me pasa a menudo, es lo que tiene tener la cabeza de adorno, y yo lo sufro 😛

Gracias a Tuenti y a los calendarios de los móviles, también habrá mucha gente que me felicitará porque le saltará una alarma o un odioso evento. A todos ellos, también hay que agradecerles el detalle, puesto que bien podrían no tenerlo, y si lo tienen es porque quieren. Así que, gracias también a ellos.

Pero, en cualquier caso, yo soy de la opinión de que un cumpleaños es algo más personal que otra cosa. El hecho de que haga un año más que saliste de aquella cueva apacible y feliz – que es el vientre de tu madre – no lo es todo. Yo creo que es más una fecha que aprovechas para tener una excusa más para estar con los tuyos. Así, en cada uno de ellos vas acumulando más y más recuerdos, que es lo hace al día más especial cada año. Estos últimos  son los que más he aprendido a valorar eso, por encima de los regalos que, por supuesto, también hacen ilusión.

Por eso, ¿qué más da quién te felicite y quien no? Hay quien podría no felicitarme y llamarme para echar una cervecita y contribuir a llenar ese saco de buenos recuerdos. Para mí eso es mejor que una felicitación, aunque el tema de mi cumpleaños no surja mientras hablamos.

Simplemente voy a intentar que el día siga siendo como ha empezado. He tenido una felicitación original a las 12 en punto, un regalo esperándome en la cama cuando he vuelto a casa (NO MALPENSAR, mis padres me han comprado una camiseta y un calendario muy cuco), y mañana iré a comer en familia y pasaré el día con la bella venezolana (de nuevo, NO MALPENSAR, que por desgracia estaremos estudiando Diseño de Arquitecturas en Filología).

Hay más gente a la que me gustaría ver, pero unos tendrán que esperar a agosto, y otros a la pedazo de fiesta que pienso pegarme el viernes cuando el CPS me devuelva mi libertad.

En fin, toca irse a la cama, que mañana tiene que ser productivo.

Y ya está 🙂

PD: Por supuesto, invitaciones a cerveza serán bienvenidas, con motivo de este  gran acontecimiento: Hoy hace exactamente 22 años que un hombre de irresistible «sexapil» vino al mundo.

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Zaragoza – Salamanca

¿Será éste el partido que nos devuelva a primera?

He decidido que por primera vez voy a comentar el partido en directo. Iré añadiendo cosas según ocurran. Vamos allá.

MINUTO 2:    Gol de Ewerthon, quien en posición dudosa ha recibido un pase de Arizmendi, y ha batido al portero.

MINUTO 13. Arizmendi, tras una preciosa jugada individual da un pase medido a Ewerthon, que con un gran remate que toca en el larguero, mete su segundo golazo en la tarde.

MINUTO 25: Penalti a la UD Salamanca. Quique Martín marca por el lado derecho de la portería de nuestro portero.

UD Salamanca 1 – Real Zaragoza 2

MITUTO 30: Cambio en el Real Zaragoza. Juan Pablo Caffa sustituye a Arizmendi

(Entre tanto, el Hércules sigue 0-0 contra el Alicante, lo que deja al Real Zaragoza en primera división, por el momento)

DESCANSO:

UD Salamanca 1 – Real Zaragoza 2

Alicante 0 – Hércules 0

¡¡¡ El Zaragoza sigue en primera !!!

Y comienza la segunda parte en Salamanca… ¡¡¡ Vamos Zaragoza !!!

(Marca el Hércules, Alicante 0 – Hércules 1. El ascenso tendrá que esperar, de momento)

MINUTO 58: El Zaragoza se está relajando, y el Salamanca empieza a achuchar. SEÑORES, céntrense, o el año que viene jugamos contra «Paco el Herrero» otra vez 🙂

Además cambio en la UD Salamanca.  No me he enterado quién ha sido, creo que ha salido uno al que le han dado una buena galleta. Pero me estaba enchufando un cigarro. Así que ni idea  😛

MINUTO 60: Cambio en el Real Zaragoza: Sale Ander y entra en su sustitución Songo’o

(El Hércules mete el segundo … No podemos dejar escapar la victoria aquí)

MINUTO 74: Centro de XXX  que casi acaba en el tercero de nuestro Real. Con el ruido del bar no me he enterado de quién es. Jajajajaj.  Ha acabado en corner mal aprovechado.

(Qué mal lo estoy pasando… Aún nos empatarán, me lo veo venir. Por cierto, qué riquiñas están las camareras… La rubia y la morena, qué barbaridad :-P)

MINUTO 79: El Zaragoza a punto de Marcar. Songo’o recupera un balón en la línea de corner, y saca un centro. Por desgracia, ningún zaragocista ha podido rematar bien.

MINUTO 81: ¡¡¡ GOOOOOOL DEL REAL ZARAGOZA !!! López bate con una bonita vaselina al portero salmantino. Por fin podemos respirar tranquilos.

(Y noticia en Alicante. Gol del equipo local. Alicante 1 – Hércules 2. Estamos a un gol del ascenso)

MINUTO 92: Disparo  al larguero de la UD Salamanca. Han estado a punto de marcar. Pero ya es seguro. El Zaragoza está un poquito más cerca de la primera división.

FINAL DEL PARTIDO:

El partido en Alicante termina, con un corner en el que hasta el portero sube a rematar.

UD Salamanca 1 – Real Zaragoza 3

Alicante 1 – Hércules 2

El ascenso está cerca, pero lo veremos en nuestra Romareda.

Así son las cosas, y así os las he contado. Partido sufrido, pero con victoria para el equipo maño.

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Los huevazos del 42

Llevo todo el día pensando en escribir esto por la noche. Y por fin, después de interminables horas en el CPS (hoy he llegado a 11 horas allí metido), y un capítulo y medio de House (Jaus), ya puedo hacerlo.

Esta mañana he salido de casa a las 9:40 a coger el bus, pensando que si justo en ese preciso instante tenía suerte y aparecía un 42 (cosa bastante improbable), llegaría a clase exactamente a las 10 de la mañana.

Lo genial es que, curiosamente, ha aparecido uno, justo enfrente de mi portal. Aunque, eso significaba correr las 2 manzanas para llegar a tiempo a la parada. Pero sí, he llegado, y me he sentido todo satisfecho, aunque con los pulmones que se me salían por la boca. Lo que no sabía es que mi calvario empezaba justo en ese momento.

Al principio no he caído, simplemente iba sentadito, pensando en la muralla china, para variar. Pero me he dado cuenta de algo, y es que parábamos cada 2 semáforos. Lo primero que he pensado es que hoy estaba teniendo mala suerte. Pero ese pensamiento ha desaparecido cuando he visto varios caracoles adelantándonos mientras se reían del conductor, y de los pobres pasajeros que viajaban a velocidad de abuela caminante. Bueno, no nos alarmemos, tal vez haya mucho tráfico…

NO!! La calle estaba como siempre, excepto que el autobús que me ha tocado sufrir esta mañana no corría nada. No conseguíamos pasar 2 semáforos en verde. Desde que las puertas del bus se cerraban hasta que éste empezaba a moverse, me daba tiempo a bajar, echarme un cigarro y subir. Era horrible!! Al doblar las esquinas no se notaba, puesto que eso hay que hacerlo a poca velocidad. Pero cuando te encontrabas con una recta de 3 carriles, con todos los semáforos en verde hasta 300 metros por delante de tí, ERA DESESPERANTE.

Ha costado desde Kasán hasta el Carrefour (normalmente unos 4,5 minutos) cerca de 14. No me lo  podía creer, así que poco antes de llegar al Carrefour se me ha ocurrido acercarme al lado del conductor, para poder ver la aguja que marca la velocidad. Increíblemente no la he visto subir de 30 km/h…

Ni siquiera en una recta donde los coches alcanzan casi los 80 km/h (sí, eso es una multa bastante elegante) ese hombre pasaba de los 30. Era como si no quisiera llegar al CPS. Joer, todo el mundo que vivimos allí le tenemos asco, pero no por ello nos cuesta 3 horas llegar. Y si el hombre tuviera luces, habría llegado pronto para echarse un café y un cigarro. Pero tampoco parecía tener esa suerte.

Por fortuna, el señor profesor ha debido coger el bus siguiente al mío, que debía pilotar el primo de mi conductor, porque ha llegado a las 10:14 minutos, sólo 1 minuto antes que yo.

Resumiendo, después de el agobio y el aburrimiento de un viaje en 42 de algo más de media hora que norlmente cuesta algo más de 20 minutos, he conseguido llegar a tiempo a clase para empezar el día.

Sólo una recomendación para Benito (así he bautizado al chófer): «Si tu mujer tiene ganas de marcheta nocturna, espero que no te cueste tanto empezar como cruzarte 4 semáforos. Porque se le pasarán las ganas y te quedarás a dos velas: VAMOS… UN POCO DE ALEGRIA Y FLUIDEZ EN LA VIDA NO VIENE MAL».

Y ya está 🙂