No… en esta entrada no voy a contaros que el otro día fui a un baño público y me sablaron dos euros por echar una meadica rápida. Nada más lejos de la realidad, lo que os voy a contar es una anécdota de estas fiestas del Pilar. Será una entrada breve, pero no puedo evitar partirme el c*lo cada vez que la recuerdo, así que quería compartirla con vosotros.
Pues bien, estaba yo en Interpeñas el segundo sábado de las fiestas, cuando mi vejiga decidió unilateralmente que tenía que vaciarse en algún sitio lo antes posible. Así que engañé a DonMic, mi buen amigo y compañero de fatigas para que me acompañara y allí que nos fuimos los dos, a buscar un meadero.
Por fin, y después de terminar echándome a correr, llegué a uno de esos meaderos como estos:
Bien, una vez allí me relajé y dejé que mi cuerpo llegara a un estado mucho mejor. La cuestión es que justo a mi lado había un joven que para tener las dos manos libres (no sé si realmente era necesario) se sujetó el vaso de cerveza con los dientes. Ahí fue cuando mi mente se puso a maquinar y una sonrisa se dibujó en mis labios. Y entonces…
– Loixiyo: ¿Qué tal va la noche, joven?
– Joven: Bien…. ¡¡MIERDA!!
…
…
¿Sabéis que le pasó? Pues imaginad donde fue a parar el vaso de cerveza, ese que sujetaba con la boca, cuando contestó amablemente a mi pregunta :-D.
Mis carcajadas creo que pudo oírlas medio pabellón, mientras la cara de este tío empezaba a ponerse roja y sus ojos decían «¡¡VAS A MORIR!!!». Yo ya me veía apaleado por aquel chaval pero debió pensar que fue divertido, se relajó y dijo:
– Juas… vaya forma más tonta de tirar dos euros a la mi*rda.
La cosa quedó ahí, cada cual siguió su camino y yo tuve una anécdota para contar. Desde aquí le mando un abrazo por si le da por leer mi blog.
Pues nada, otro día os cuento más cosas, ahora hay que dormir.
Y au! 🙂
PS: Munich y sus cervezas nos esperan…