Chicos, en el comienzo de 2011 ocurrieron muchas cosas.
Después de un mes en Hobbiton, con cosas buenas y cosas mejores, volví a Rivendel. Los primeros días me fui a Tallín con varios colegas, seguía sin fumar desde año nuevo y tenía intenciones variadas, como ir al gimnasio, a clase, hacerme algún arreglo en el pelo…
Referente al cambio de «luc», ya que el estilo europeo y los 36 euros que cuesta aquí cortarse el pelo no entraban en mis preferencias, decidí pedirle a vuestro tío «Pelacables Envidioso» que me presentara a una amiguita suya. Os adelanto, aquella noche dormí solo, mi cita fue un desastre, así que fui a celebrarlo al piso del «Francés bebedor».
Pensándolo bien, creo que no será necesario hablar, porque a veces, una imagen vale más que mil palabras. Así que, aquí tenéis una foto de nuestra primera cita.
Tatachán!!
EY!! No pongáis esas caras, no os he dicho que os fuera a gustar. Alegraos un poco la vista con esto o con esto, y olvidaréis lo que acabáis de ver.
Por hoy me despido, no olvidéis volver a visitar mi blog, habrá próximas entregas de iluminación a vuestras vidas.
Y au! 😀
PD: Por si en los barcos hay internet, un abrazo…
Cocolisoooooo!! Estás bien majo eh 🙂
Pues a mi me da la sensación que en esa foto vas empalmado.
Curiosa la foto, si señor.
Sí bueno… llevaba la funda de la cámara de fotos en el bolsillo. Cortarme el pelo no es de las cosas que más me exciten, así que NO, no iba empalmao, aunque también me lo parece, ejejej.
joder tio, vas empalmado!! esa imagen sustituirá mis peores pesadillas!!!! argg