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Cómo matar con un café con hielo

Hoy os voy a explicar cómo podemos deshacernos rápidamente de alguien a quien odiamos sin dejar rastro.

Para ello, sólo necesitamos 3 cosas:

1. Conseguir un puesto de camarero en un lugar frecuentado por la víctima.

2. Esperar a que llegue el verano.

3. Fijarnos que lleve camiseta o camisa blanca.

Estos tres ingredientes pueden ser letales para nuestro desgraciado ajusticiado, si se combinan en un mismo día y estamos lo suficientemente atentos.

Una vez tenemos todo lo necesario, esperamos a que el susodicho venga a la barra a pedirnos un café con hielo. Perfecto, ya lo tenemos ahí, de hoy no pasa. Preparamos el café sin añadir ninguna otra sustancia venenosa. Ponemos los hielos en un vaso de tubo, tres es suficiente.

Lo más importante es colocar cuidadosamente el último hielo. El culo debe quedar hacia arriba, la parte redondeada hacia abajo.

En ese momento, ponemos el aire acondicionado a todo gas, es verano y todo el mundo lo agradecerá. Lo que nadie sabe es que Murphy hará el resto. Os comento:

Nuestra víctima empezará a tomarse su bebida. Existe un teorema internacionalmente aceptado que dice  que cuando se lleva ropa de color blanco impoluto acabará manchándose con cualquier sustancia que deje manchas oscuras, como el tomate o el café. Esto es tan cierto como la que si dejas caer un objeto caerá.

De modo que, con el hielo que cuidadosamente hemos colocado al revés, el café irá a parar a la camiseta de nuestro amigo, que irá corriendo al lavabo a limpiarse con abundante agua, con la esperanza de que las manchas desaparezcan.

Pobre iluso, no sólo las manchas no se irán, sino que además cogerá un resfriado con el aire acondicionado. Eso sólo puede desembocar en una neumonía (o pulmonía, o como quiera que se llame eso), mortal de necesidad.

Listo, en unos días dejaremos de ver a esta persona, sus familiares llorarán y tú estarás tranquilo para el resto de tu vida. Nadie podrá relacionarte con este desgraciado incicente. Sin culpables, sin testigos, sin riesgos, sin tener que comprar venenos…

Nadie me cree, pero los hielos se colocan de una determinada manera por alguna razón. Como en la vida misma, el culo va a bajo, el pezoncillo arriba. Si no se respetan los órdenes las cosas acaban como acaban, con la camiseta llena de café y toda la tarde por delante en la que seguro que te encuentras a alguien conocido.

Tened cuidado, jóvenes míos…

Y au! 😀

 

 

3 comentarios en «Cómo matar con un café con hielo»

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