Pues ya estoy aquí otra vez.
Ya repuesto del reventón del viaje, me he puesto manos a la obra. He colgado ya las fotos y ahora toca escribir un poco.
Para empezar, aclararé una cosa. VA A SER QUE SON LAS NARANJAS. ¿Qué pasa con las naranjas? Os explico. Nada más bajar del tren, observé que allí en Valencia las tías son más tetonas que aquí. Qué barbaridad! A las niñas les crecen antes que los dientes, y están más crecidas que tías mayores que yo aquí en Zaragoza. Pues bien, después de meditar un buen rato, llegué a la conclusión de que eran las naranjas. El Peta se me escojonaba, pero es verdad, lo sé yo
Allí en la plaza del ayuntamiento, y después de una cervecita tranquila, estuvimos viendo la Mascletá. Y ya para Moncada, a dejar los bártulos, descansar un poco y demás. Qué ilusión ver otra vez a los colegas!
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Por las noches nos fuimos a Valencia a ver Fallas y a bailar. Me encantaron, no las había visto nunca. Y ya luego a la verbena, con buen ron y demás.
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Además, y esto me alegró un montón, conocí a un personaje de mi tierra, que me estuvo charrando en aragonés un ratillo. Qué alegría me dio. Y es que a los valencianos se lo dije: “En 4 días… hemos conquistao Valencia y estáis hablando aragonés”. Jajajaj.
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Ya el miércoles había que volver a casa, pero no sin antes pasar por la Horchatería Agustí, el templo de la horchata en Moncada. Madreeeee que horchata!!! No pude evitar caer en la tentación de pillarme un litro para Zaragoza, que por supuesto no duró ni una hora en mi casa!
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En resumen, un reencuentro con algunos colegas, buena horchata, buen ron, buenas fallas, he conocido a unos cuantos nuevos bien majos… No se puede pedir más.
Podéis ver todas las fotos AQUÍ.
He dicho.