Cansado… cansado de las feminazis, de la extrema derecha, de los corruptos, de los indepes, de las líneas rojas, cordones sanitarios, «activas y pasivas», «no es no, Señor Rajoy» y demás inventos variados cuyo único propósito es dinamitar cualquier posibilidad de mejorar las cosas.
Me canso de ver como la gente finge intentar cambiar las cosas bloqueando cualquier alternativa y criticando a quien busca otras vías para conseguir ir a algún lado.
Di mi voto (tres veces) a alguien que pensaba que podía hacer algo bueno. Sí, Naranjito, me refiero a ti. Podrías facilitar un gobierno y luego hacer de Pepito Grillo, aportar cordura y suavizar las posturas. Pero no… eliges decir «no» a cualquier diálogo y después criticar a Pedrito por intentar hacer su trabajo y gobernar.
Sí, eres incapaz de presentar una alternativa con más votos que aquella que rechazas y te limitas a bloquearla sin proponer nada mejor. Además de negarte a ayudar, criticas a quien intenta buscar una solución sin ti. Más que Naranjito deberían llamarte El perro del Hortelano.
Por no querer ser parte de la solución te has convertido en parte del problema y no volverás a contar con mi voto.
Tú, Pelos, también tienes parte de culpa. Afán de protagonismo a toda costa, si no tuyo al menos el de tu esposa. No asumes que has perdido la mitad de tus votos y, en lugar de ayudar, te limitas a exigir. Parte del problema tú también.
También vosotros, los de siempre, los buitres. Los que revolotean en círculos a la espera de una nueva ocasión para exigir privilegios y dinero. Los que durante 40 años han estado chupando y chupando del bote mientras sembraban discordia, o la permitían, en su tierra.
Desde luego Pedrito no es santo de mi devoción como tampoco lo es la Calva, carga pública donde las haya. No… vosotros habéis perdido el norte así que tampoco creo que seáis la solución.
Últimamente pienso mucho sobre esto: 300 y pico personas metidas en un hemiciclo y cobrando un dineral son incapaces de hacer su trabajo y ponerse de acuerdo. Es posible que ese puñado de personas movilicen a un país de 50 millones para votar, con todo lo que eso supone tanto económica como humanamente. No hacen su trabajo y harán que los ciudadanos lo hagamos por ellos. Así no.
Si de mi dependiera les encerraría en el Congreso hasta que hubiera fumata blanca, sin salir hasta que haya un nuevo Papa de Gobierno. Si en 15 días no lo consiguen, los 400 a la calle, sin cobrar, inhabilitados de por vida en política y fin de la historia. No hay que obligar a nadie a trabajar en lo que no quiere, pero tampoco conviene dejar que cobre gratis si no hace su trabajo. Otros vendrán.
Sin más… Hoy sólo quería acordarme de ese pequeño grupo de iluminados que sin hacer nada acaparan la atención de todos los telediarios.
Y au! 🙂
PS: Comer, comer, comer, comer… Roma? Pizzas?