0

¿Cuánto vale la ignorancia?

Por fin he tenido un rato para pensar mientras camino, como esos que tenía al volver del «cepese» a casa.

A decir verdad las vistas eran algo mejores. Eran las 3 de la tarde y empezaba a atardecer, con un sol rojo de esos de las películas. Iba andando con nieve a todo mi alrededor, y entre los árboles se veía la luz roja que pasaba entre ellos.

De alguna manera me ha dado por ponerme música que tenía en el iPod y que hacía como 4 años que no escuchaba. Y al oírla, se me ha ido la cabeza a esos dos primeros años agridulces de carrera. Me he acordado de la felicidad de empezar en la universidad, de la cara de críos que teníamos todos (un poco más que ahora, vaya), del primer febrero en el que penqué todo lo que se podía pencar, de mi primer San Pepe, con todas sus consecuencias futuras… Vaya, esas cosas.

Y de ahí, se me ha venido a la mente lo siguiente:

Cuando empezó la carrera, había cosas que veía magia. Cosas que después de llevarte las ostias cepesianas ves entendibles, pero que cuando no las conoces te parecen ideas felices de su creador. Ahora que alguien ya me ha explicado cómo abordar ese tipo de problemas, las cosas cambian.

Siempre dicen eso de «cuanto más sabes, más puedes» pero… hay algo que nadie te podrá devolver jamás una vez que hayas aprendido. Y es esa maravillosa sensación de admiración hacia lo que no conoces. Te parece sencillamente genial que, por ejemplo, de un bloc de notas y un extraño programa llamado «compilador», pueda salir algo tan maravilloso como un programa de los que usas a diario.

Esa sensación se ve en la vida misma. Cuando sumas con los dedos, te parece increíble que haya alguien capaz de decirte cuanto va a dar «3+2» antes de mover la mano. ¿Será adivino? Luego te enseñan a sumar, y te j*d*n la vida, ves que no era tan complicado.

Ejemplos se me ocurren mil, pero la moraleja es lo que creo que cuenta. ¿No os gustaba esa sensación de admiración y curiosidad que teníais de niños? ¿Cómo se recupera eso ahora que hay  algunas cosas que entonces no sabíais y ahora sí? Claro que siempre quedan cosas por aprender, pero conforme aprendas seguirás perdiendo ignorancia, y el sentimiento de «culpabilidad» aumentará junto a tu sabiduría.

En fin, dejo este tema a reflexión del lector. Ahora voy a ver si mi sentimiento de culpabilidad con la asignatura de la que me examino mañana aumenta un poco, por fin 😀

Y au! 😀

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.