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Las calles oscuras

Anoche tuve un sueño raro, otra vez.

La verdad es que últimamente no hay motivos para soñar cosas como esta. Mi vida está bastante tranquila, sin grandes sobresaltos, sin disgustos, ni malos royos… Nada.

Las fiestas del Pilar me dejaron con un par de kilitos de más, algo de resaca, un catarro más que aceptable.. En general un buen sabor de boca. Más en particular, a calimocho (mucho), seguido de unos huevos fritos con chorizo, patatas y panceta, acompañados de una jarrica de medio litro de cerveza con limón bien fría.

Pero aun con toda la calma que últimamente reina (o casi) en mi vida, soñé esto, cosa que me angustió pero me gustó al mismo tiempo.

Iba yo paseando por Zaragoza por la noche, hacía buena temperatura y no había cierzo. De repente, sonó un megáfono:

– «Señoras, señores, tenemos que cortar la luz, cuídense mucho y confíen en la gente».

Nadie se lo podía creer. Zaragoza entera completamente a oscuras. Se oían pasos por todos los lados, gente corriendo con mecheros en las manos. Y lo que más me llamó la atención es que nadie se atrevía a estar a menos de 5 metros de otra persona. Sólo unos pocos corrían en grupo, pensando que así los atracadores no se atreverían a ir a por ellos.

¿Qué atracadores? Si estaba todo el mundo ACOJ*N*O, como para pensar encima en quitar el dinero a los de al lado!!

En mi caso me junté con una chica y 3 chicos más, y fuimos por varias calles, siempre a una distancia prudencial unos de otros, hasta una explanada iluminada, que resultó ser mi queridísimo «Centro de Primaria de Springfield».

Ahora el Ada tenía 9 plantas, nadie sabe de donde salieron las que en la realidad no he visto nunca. Y subí a la 6º. Allí había una sala con 31 ordenadores, y muchas máquinas recreativas. Los técnicos habían invadido el edificio y lo habían convertido en un sitio mejor para estar. La gente iba en pijama, comiendo por los pasillos y encima de los ordenadores, jugaban a juegos de matar marcianitos (de esos de los recreativos)… Vamos, bien.

Y yo me subí a una máquina de esquí, que es lo que más me gustaba. Pero justo la luz se fue allí tambíen, y se escuchó un «TRES, DOS, UNO Y………»… Y entonces:

«Riiiiiiiiiiiiiing» —-> FRUTO (o palabra similar) despertador, me ha despertado.

Ahí ha acabado mi sueño, y no me ha quedado otra que levantarme.

Cosas curiosas las que sueño, esta no se salva.

Bueno, por hoy me despido, voy a ver si esta vez hay suerte y sueño cosas «menos contables :-P».

Buenas noches, HE DICHO.

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