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Luis, el homosexual de la Wikipedia

Me veo en la obligación de compartir esto, no tiene precio.

Estas semanas en el trabajo han sido durillas. He sufrido en mis carnes la táctica del «brown forwarding», que es una variante del archiconocido «brown dispatching». Si bien son tareas parecidas en las que, básicamente, emplumas tus marrones a la «pilingui» de turno, hay pequeños matices que las diferencian. El objetivo de hoy no es formaros en estos vocablos técnicos complejos, sino en otorgar el célebre «Gallardón a la foto de la semana» que desde hace años acostumbro a repartir en éste mi blog.

Para entender la imagen de hoy, lo mejor es poneros en situación. Estaba yo hablando con un compañero y el diálogo fue el siguiente:

G: Hoy tengo que irme pronto, me llega el pedido de hidromiel que encargué.

L: … ¿Hidro qué? ¿Qué es eso?

G: ¿Cómo? ¿Qué tú tampoco sabes lo que es? Anda, observa…

…. Búsqueda de «Hidromiel» en Google …

… Primer resultado, la Wikipedia …

Una vez la página de la Wikipedia se cargó y empezamos a leer, la carcajada de mi compañero fue mayúscula. Yo me quedé de cuadros, veréis por qué:

luis_guei

 

¿¿Concentración de qué?? ¿Había podido ser mi compañero? Rápidamente consultamos el historial de cambios de esa página y vimos que esa misma mañana, 8 horas antes de que nosotros lo consultáramos, alguien había introducido ese curioso texto en la página.

Lo primero que pensé es que había sido mi compañero, pero mi teoría se caía por su propio peso. Para que esto fuera posible hubiera sido necesario que:

1. Mi compañero entrara a editarlo desde el móvil a las 9 de la mañana mientras yo estaba en Calatayud haciendo un examen (de esto os hablaré otro día si me acuerdo)

2. Yo volviera de Calatayud y acabara hablando con él a solas

3. Él me contara que esperaba su pedido de hidromiel

4. Yo no supera lo que es el hidromiel

5. Nadie hubiera borrado la broma durante ese tiempo

Suena enrevesado, ¿no? Podría ser, sí, pero me gusta más pensar que fue una graciosa casualidad (podéis imaginar como me llamo), porque así además tengo una anécdota divertida que contaros hoy.

Lo dicho, el «Premio a la foto de la semana» se lo lleva este curioso texto, de autoría desconocida. Ruego al autor se presente para enviarle el trofeo y el millón de euros a la mayor brevedad.

Nada más, espero escribir pronto para contaros mis andanzas por las lejanas tierras del otro lado del Atlántico. Hasta entonces os tocará esperar.

Y au 🙂

PS: Prepara Valium y Celestone, nunca se sabe!

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