Hoy voy a contaros una historia que el otro día una bella doctora me hizo llegar. Me recordó a algo que me ocurrió hace algunos años en un campamento de verano en el que había vascos, mallorquines, valencianos, mañicos y madrileños.
Con tanta lengua distinta al castellano, me apetecía aprender a decir cosas para hacer el canelo un rato. Un buen día, a un vasco le picó un mosquito al lado del ojo y se le inflamó. Yo le pedí que me dijera cómo decir «Ion tiene el ojo precioso esta mañana», o algo así. Él, «amablemente» me lo tradujo, y yo fui toooodo el día repitiendo la frase una y otra vez.
A las horas (muchas) de aquello, alguien me dijo que lo que estaba diciendo en realidad era algo como «Soy un tonto del culo». Así que allí tenéis a vuestro ídolo de masas, diciendo orgullosamente aquella barbaridad 😀
Pues bien, lo mismo le ocurrió a la joven de nuestra historia de hoy. Aunque en realidad lo suyo va más allá de que cuatro vascos (o cuatro mil) se rían de ti una tarde. Lo suyo es peor, pobrecilla.
Esta señorita fue infiel a su novio con un viejo amigo suyo (no sé si de él o de ella, pero es lo mismo), con la mala suerte de que se enteró. El novio, muy hábil, no dijo nada y espero un buen momento para llevar a cabo su venganza. Por lo visto, nuestro verdugo cornudo era un tatuador profesional, y la ocasión se presentó sola. Imaginad la conversación:
– Cariño, ¿puedes hacerme un tatuaje en la espalda?
– Claro, princesa, amor(cilla hueles), tesoro del cielo. Yo re lo hago, y después el tatuaje.
A los días, la novia queda con una amiga y le enseña, toda orgullosa, su nuevo tatuaje. La amiga queda asombrada… ¿Qué pasa aquí? Sencillo… mirad el tatuaje:
Tened cuidado de quien* os fiáis. Yo quedé de pardillo con un vasco, esta chica con su novio… ¿Os fiais de los chinos/arabes/»gente-con-letras-raras» que dice poner vuestro nombre en algún papel/sitio del cuerpo?
La historia la he sacado de aquí, aunque la he adornado para contarla más loixianamente.
En fin… otro día más.
Y au! 🙂
* ¿Ese «quien» se acentúa? A mi me suena como una pregunta indirecta, pero realmente no sé si lo es.
PS: 1, 1, y auuuuu!