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Mis felices 22

Como va a empezar a ser tradición, hoy escribo por mi cumpleaños.

Realmente no espero muchas felicitaciones hoy. Mucha gente que «debería» acordarse de mi cumpleaños no lo hará, porque se saben la fecha, pero no saben algo más básico: A QUÉ DÍA ESTÁN. A estos se les puede perdonar, porque a mí me pasa a menudo, es lo que tiene tener la cabeza de adorno, y yo lo sufro 😛

Gracias a Tuenti y a los calendarios de los móviles, también habrá mucha gente que me felicitará porque le saltará una alarma o un odioso evento. A todos ellos, también hay que agradecerles el detalle, puesto que bien podrían no tenerlo, y si lo tienen es porque quieren. Así que, gracias también a ellos.

Pero, en cualquier caso, yo soy de la opinión de que un cumpleaños es algo más personal que otra cosa. El hecho de que haga un año más que saliste de aquella cueva apacible y feliz – que es el vientre de tu madre – no lo es todo. Yo creo que es más una fecha que aprovechas para tener una excusa más para estar con los tuyos. Así, en cada uno de ellos vas acumulando más y más recuerdos, que es lo hace al día más especial cada año. Estos últimos  son los que más he aprendido a valorar eso, por encima de los regalos que, por supuesto, también hacen ilusión.

Por eso, ¿qué más da quién te felicite y quien no? Hay quien podría no felicitarme y llamarme para echar una cervecita y contribuir a llenar ese saco de buenos recuerdos. Para mí eso es mejor que una felicitación, aunque el tema de mi cumpleaños no surja mientras hablamos.

Simplemente voy a intentar que el día siga siendo como ha empezado. He tenido una felicitación original a las 12 en punto, un regalo esperándome en la cama cuando he vuelto a casa (NO MALPENSAR, mis padres me han comprado una camiseta y un calendario muy cuco), y mañana iré a comer en familia y pasaré el día con la bella venezolana (de nuevo, NO MALPENSAR, que por desgracia estaremos estudiando Diseño de Arquitecturas en Filología).

Hay más gente a la que me gustaría ver, pero unos tendrán que esperar a agosto, y otros a la pedazo de fiesta que pienso pegarme el viernes cuando el CPS me devuelva mi libertad.

En fin, toca irse a la cama, que mañana tiene que ser productivo.

Y ya está 🙂

PD: Por supuesto, invitaciones a cerveza serán bienvenidas, con motivo de este  gran acontecimiento: Hoy hace exactamente 22 años que un hombre de irresistible «sexapil» vino al mundo.

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