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Mis felices 23

Otro 2 de julio más, toca escribir porque es tradición. Y porque es tradición, toca escribir. Esto es así, así es esto. Y ya está 😀

Como algunos de vosotros ya sabéis, la semana pasada entera fue mi cumpleaños según tuenti, de modo que el número de felicitaciones allí ha bajado bastante este año, porque se ha ido dosificando a lo largo de los distintos días. Buen invento, así no me agobio, porque por si no lo habéis notado yo no soy muy de celebrar estas cosas.

Nunca me  han gustado los cumpleaños, pero estos últimos son cada vez mejores. Empecé el día» terraceando» con dos tontos en el bar de Chen, entre patatas y cortezas. Puntuales como un reloj, la bella doctora primero y los dos tontos después, me felicitaron.

Llegué a casa y me encontré con abrazos de mis padres y mi hermano, acompañados de una cámara digital con trípode y todo, con su funda y su tarjeta de 4 Gb. Luego  ver «El club de los poetas muertos» y dormir.

Qué bien se vive de vacaciones. Qué genial es levantarse a las 2 de la tarde y que nadie te diga «Pero que hay que estudiar!!». Qué genial despertarte a las dos y tener la mesa llena de sepia, montaditos, gambas y demás.

Luego ya me he ido a Huesca, a pasar la tarde con la joven doctora. Con 23 años recién cumplidos NUNCA había estado en Huesca. Nunca había dado un paseo, ni ido a un parque, o tomado algo en algún bar (por si lo estabais pensando, SÍ tengo vida social, me estaba refiriendo allí, jojoj). Y ha sido todo una revelación, sip. También las revelaciones finales en la puerta del coche me han gustado, pero tampoco es cuestión de poner aquí todo, o mis miles de fans se pondrán celosas y se pelearán entre ellas. Pobrecicas, NO.

Ahora toca rematar el día e irme al casco (tudejélmet) a pimplarme unos cuantos cubatas con los frikis del Cepese. A ver en qué queda la cosa. Y por supuesto, y como siempre digo, si queréis invitarme a un chupitillo, cerveza, litro, o kiki, todo ello será bienvenido.

Hoy celebramos que hace 23 primaveras que vuestro ídolo de masas salió del habitáculo calentito y confortable donde paso sus 9 meses de fabricación. Salid, festejad, y celebrad que dios un hombre de intachable belleza, de increíble musculatura, músculos marcados y trasero perfecto, obviamente completamente depilado, apareció en este nuestro mundo, para llenarlo de armonía y serenidad.

Y au! 😀

PD: Para mi tonta: Muchas gracias por tu post… y por tantas otras cosas (entre ellas… menuda semanica te di aquella semana post-sanpepiana)

1 comentario en «Mis felices 23»

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