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Mis felices 25

Este año voy a hacer un poco de trampa, porque mientras escribo esto ya es día 3. Pero me gusta que la fecha sea el día de mi cumpleaños, así que como aquí soy el amo y señor voy a permitírmelo.

Hoy he cumplido mi primer cuarto de siglo. Ha sido un día diferente, un cumpleaños completamente diferente a lo que han ido siendo estos años atrás. Ha sido como muy…. no sé.

Como no podía ser de otra manera, la bella doctora me felicitó a media noche. Mis padres hicieron lo propio y además me regalaron una visita a un SPA para dos personas. Mi acompañante está más o menos decidido ya, ¿o qué?

A las 7 de la mañana tenía que hacerme unos análisis de sangre, por lo que además de madrugar (sabéis que lo detesto, mis queridos frikoides) me ha tocado ir en ayunas a la consulta. Por suerte, mi pincho de tortilla y café con hielo han sabido enderezar la mañana. De ahí, directo al trabajo en el que, por cierto, empezaba mi horario de verano. Eso quiere decir que hasta septiembre seré libre a las 3 de la tarde.

Al salir de trabajar, aún he tenido tiempo de echarme 2 caféses y meditar, tumbarme a disfrutar del noble arte del «bouling» (tocadica de huevos, en español) y quedar con la doctora antes de la cena. Cena con langostinos, tapas variadas, ensaladilla rusa, mi hermano y cuñada (con una camisa y una camiseta muy bonicas de regalo), mis padres y la doctora. Bien, vaya.

Después ha venido la despedida de una de mis grandes aficiones, el tabaco. Y es que, aunque no os lo creáis, dejo de fumar. Es uno de los propósitos que me he marcado, aunque no voy a desvelarlos todos porque paso de que os riáis de mi poca fuerza de voluntad. Primero hay que empezar a cumplirlos y después ya os los contaré. Uno de ellos es recuperar la costumbre de escribir semanalmente. Ese también lo pienso cumplir.

En resumen, un cumpleaños especial. Y sí, ya sé que todos años lo digo, pero es que aunque me «la pelen» bastante este tipo de eventos, mi familia se está empeñando en que me acaben encantando, y yo diría que lo están consiguiendo.

Pues eso.

Ahora toca disfrutar de lo que venga. Estas últimas semanas me han servido para darme cuenta de que el tiempo pasa deprisa, y la verdad es que no me apetece desperdiciarlo. Así que a disfrutar de familia, de amigos, de novia, de futuro sobrino o sobrina, de (¿¿ESTOY LOCO??) curro, de… de todo.

¿Será que el cuarto de siglo me ha hecho madurar? Tranquilos, no es eso :-D… Loixiyo tiene tonterías para rato así que volved a estar atentos, mis chorradas volverán a iluminar vuestras vidas, he dicho.

Ale, ahora a dormir, que es hora.

Y au! 😀

PS: Esta va para que discurras, te la señalo:   —–>   S   <—– Ale, a darle al coco 😀

 

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