Llevo unas semanas queriendo escribir sobre esto, así que hoy me voy a dar el lujo. Sólo quería informar al resto de zaragozanos de que, igual que ocurre con el día de La Virgen del Pilar, celebrado en todo el mundo, San Valero ha empezado a celebrarse en el país vecino, el de las tortillas sin patata: FRANCIA.
La bella doctora, una amiga suya, su novio y yo fuimos al Pirineo para hacer una excursión dominguera y darle marchica a las raquetas de nieves que sus majestades, Los Reyes Magos, nos dejaron en casa. Era una forma diferente de celebrar este día que, durante los últimos, había pasado desapercibido en mi casa.
San Valero rosconero, 29 de enero, es patrón de Zaragoza. Este año cayó en miércoles que, casualmente, es el día en que la estación de esquí de fondo de Somport ofrece un descuento muy majete en sus tarifas. Así que, todos los cheposos que pudimos decidimos ir allí y aprovechar la ocasión para disfrutar de un día en la montaña.
Sorpresa la nuestra cuando la señorita que vendía los billetes nos dijo algo que nos sorprendió:
No, para esquí de fondo hoy no hay descuento porque es festivo en España.
Anonadados nos quedamos al descubrir que un establecimiento de Francia estaba eliminando un descuento a todos los españoles porque, según tenían entendido, era festivo local en Zaragoza.
A regañadientes, aceptamos aquella discriminación sin sentido (¿por qué los vascos tienen que sufrir mis festivos? Y… en qué se basa para decidir que yo soy de Zaragoza)? Pero las sorpresas no acababan aquí, porque la bella doctora y yo, que íbamos a hacer raquetas, sí tuvimos el descuento. Incomprensible, más teniendo en cuenta que los cuatro amigos estábamos juntos para sacar los «formaits».
Pagamos y nos fuimos, pero no pudimos evitar volver para quejarnos. La señorita habló con el jefe, que rápidamente decidió devolver la diferencia a mi amiga. Las excusas que nos fue dando son las siguientes:
- SEÑOR: A ver… simplemente es que os estamos haciendo un favor por dar un descuento los miércoles pero hoy, a vosotros, no os lo damos. ¿Preferís que quitemos el descuento por vuestra culpa?
- YO: ¿Qué sentido tiene discriminarnos a nosotros?
- SEÑOR: Pues que es festivo en España
- YO: Cierto, concretamente en Zaragoza capital, pero no en el resto de España. Y… ¿sabría decirme dónde estamos?
- SEÑOR: En Francia.
- YO: Y… ¿eso no le sugiere nada? ¿Qué trata de decirme?
- SEÑOR: Pues que no puedo haceros el descuento.
- YO: Pero entonces… cuando usted vaya a Sevilla y le cobren más con la excusa de que en París es festivo, ¿le parecerá bien?
- SEÑOR: …
- YO: A ver, que no es dinero y me da igual. ¿Pero somos conscientes los dos de que lo que usted me está diciendo es completamente absurdo y una vergüenza? Al menos tengámoslo claro para que no haya malos entendidos.
- SEÑOR: …
- SEÑOR a la EMPLEADA: Devuélveles la diferencia.
Vergonzoso es que te cobren lo que les dé la gana sin criterio alguno (recordemos que a mí sí me hicieron el descuento). Vergonzoso es que te vengan con esos razonamientos mientras se les escapa la sonrisilla esa de cuando sabes que no tienes razón pero te da igual. Y vergonzoso es que aceptes devolver la diferencia a esos clientes concretos para seguir estafando a los demás.
Por desgracia, mi educación me impide soltar pestes de esta persona o acordarme de todo su árbol genealógico. Así que desde aquí quería enviarle a este señor un saludo afectuoso, y recordarle que en una pequeña aldea rusa es festivo mañana. Señor mío, es su oportunidad de hacerse de oro.
Aquella escena me pareció surrealista y yo, desde luego, no volveré, no me gusta que me tomen el pelo sin ningún tipo de miramiento. Sólo espero que la gente espabile y elija otros destinos donde les timen con algo menos de descaro.
En fin, otro día más, pero hoy tenía la imperiosa necesidad de compartir esta experiencia.
Y au! 🙂
PS: Este viernes jugamos y nos compramos un par!