Podría hablar durante horas de hitos y retos, pero Internet es «un pañuelo».
Podría acordarme de la madre de «Mi gran amigo Joe».
Podría estamparme en bicicleta en la puerta de algún despacho, cual kamikaze en busca de justicia.
Podría reírme de la gente que sabe, pues en algunas ocasiones la vida es pura lotería.
Podría sorprenderme con tu entrañable transparencia.
Podría reírme de las mañanas, un turno condenado.
Podría hablar a gritos, pero el resultado sería el mismo.
Podría arrear un guantazo a quien te «escucha» mientras se ríe en tu cara.
Podría…
A veces la calentura nos puede, pero no merece la pena. En este mundo en el que las de perder las tenemos los de siempre (quienes pagamos y sufrimos), lo mejor es ver, oír, y callar. Porque si no te arrea uno, te arreará otro en su lugar.
Con las rodilleras puestas, me despido por hoy.
He dicho
Cuánta razón tienes en lo de la pura lotería…
Un saludo y ánimos!