Nunca he hablado de política en este blog, y hoy no será la primera vez que lo haga. Entre otras razones, porque no creo que este sea el lugar. Pero sí me gustaría que la gente sea consciente de algunos detalles, que creo que pasan desapercibidos y hacen plantearse muchas cosas.
De siempre he pensado que las manifestaciones son, en la mayoría de los casos, desatendidas por aquellos que tienen que escucharlas. No puedo llamarlas «pérdidas de tiempo», porque son el único arma que tenemos los ciudadanos para quejarnos de las decisiones que toman durante 4 años aquellas personas a las que elegimos un día. Nuestra decisión de un sólo día les da libertad para hacer lo que les da la gana durante los siguientes 1460. Así que lo único que nos queda cuando se nos acaba la paciencia es salir a la calle y que al menos sepan lo que piensa la gente.
Dicho sea de paso, me parece completamente imprescindible que las protestas sean pacíficas al 100%, porque en el momento que se elige usar la violencia se pierde toda la credibilidad.
Si hay disturbios, la policía carga de forma desproporcionada utilizando gases lacrimógenos, porras y otros utensilios. No veo cómo se puede comparar el poder de un trabajador armado con un altavoz y un silbato con el de un «armario» con escudo, casco, porra, pistola, furgonetas, y que cuenta con el apoyo de la ley. Pero bueno, si la situación llega a ser desesperada, podría «entender» que la policía actúe.
Pero, ¿qué pasa si la policía tiene que disolver una manifestación pacífica, y no tiene excusa para ello? No pueden cargar contra la población sin ningún motivo, así que alguien ha debido decidir que la mejor forma resolver un ataque inexistente es crearlo. Por eso se envía a policías vestidos de paisano, con pinganillo, a armar follón y enfurecer a la gente para que cometan un acto violento. Si eso no ocurre, son ellos los que tiran la primera piedra, para que sus compañeros antidisturbios puedan cargar, una vez los desalojen de forma segura.
Podría ser que yo me lo invente, así que veamos algunos casos:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=_fOG51w1PIo[/youtube]
El vídeo está en catalán, pero se ve claramente cómo los policías infiltrados están entre los manifestantes, cómo son descubiertos, y cómo compañeros uniformados los evacuan de allí.
En este segundo vídeo aparece un hombre calvo con camiseta roja, que en un determinado momento (minuto 6:41) dice algo como «Por que nos están toreando«. Una vez lo localicéis, si volvéis hacia atrás en el vídeo, veréis como ese buen señor «indignado» lleva pinganillo, y cómo en ningún momento la policía se muestra hostil con él. ¿Por qué?
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=NvrFsip1z_E[/youtube]
Vídeos como estos hacen plantearse muchas cosas. Si esta estrategia no es nueva, ¿en cuantas de las ocasiones en la que la policía ha arremetido contra los manifestantes la violencia estaba justificada? ¿Era realmente necesario?
En la era de la comunicación, todo esto no pasará desapercibido nunca más, gracias a dios. Sólo espero que a quien haya dado las órdenes se le caiga la cara de vergüenza y lo manden a paseo.
Pues nada, mis queridos frikoides, meditad sobre el tema.
Y au! 😀
PS: Habrá que probar la sidriña pronto …
PD: Felicidades, papá 🙂
Totalmente de acuerdo. La pena es que tanto en el lado de los manifestantes como en el lado de los policias (que es peor) hay gente con ganas de liarla… y cualquier excusa es buena