Realmente no es muy lógico tardar 2 semanas en corregir los exámenes de una asignatura. Contados profesores desmuestran que sí que es posible corregirlos en una, o incluso en menos. No olvido los 4 días que tardó en salir LGA, y ojo, que esos son largos de c*j*n*s. ¿Posibles explicaciones a la tardanza?
Entre paranoias de gente que estamos de examenes (y cuya cabeza, por tanto, está ya más que tocada), se me ha ocurrido una. Vamos a comentarla:
Todos los estudiantes sabemos cómo son las cosas. Frases como «Estamos a principio de cuatrimestre, ya me pondré», o «Este es el último fin de semana que salgo» están a la orden del día, hasta que nos damos cuenta de que OTRA VEZ MÁS, nos ha vuelto a pasar: No llegamos.
De modo que, ¿qué pasaría si la vida de profesor fuera parecida? Algunos ejemplos serían:
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Estamos en una reunión de departamento, cuando de repente se escucha:
– Bfff, qué pereza… Tengo que corregir los exámenes, pero es que no me entran, no hay ganas.
– Venga Pepe! Salimos esta noche, nos echamos unas jarras, y mañana lo verás todo mejor, ya verás en Filología qué bien corriges.
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Unos meses después, llega el desánimo:
– ¡¡Oh, noooo!! ¿No ves? Ya me ha vuelto a pillar el toro… A ver cómo me corrijo los 120 exámenes en 1 semana, no voy a llegar, ya he tirado el cuatrimestre a la basura otra vez. Y encima, fijo que los capullos de los alumnos responden con partes del temario que no me he mirado.
– Bueno, que te quiten lo «bailao». Ahora, no queda otra, todo el día en Filología, lleno de profesoras buenorrillas corrigiendo con faldas cortas y pasando calor.
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Y entonces llega el compañero salvador, el especialista en salvar situaciones límite, y tranquiliza a sus compañeros:
– Mira, mira. No te agobies. Ahora, a atajar el problema. Haz como yo. Mírate sólo las preguntas 2, 3 y 5 que es lo importante. Y si los alumnos contestan las demás, pues mala suerte. Si siempre responden a lo mismo, muy capullos tienen que ser para cambiarnos ahora los esquemas.
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Pero no… después de la corrección, llegan las penas, los alumnos dan la campanada:
– ¡Socorrooooo! Pero ¿cómo pueden ser tan mamones? En tutorías te dicen que nunca responden teoría, y que sólo iban a hacer las preguntas pares. Y van este año… y me responden todas las preguntas, y con 20 líneas por respuesta.
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Sólo de imaginarme que esto fuera así, me pongo a temblar, juasjuasjuas. Pero vaya, sería curioso ver que algunas cosas no cambian nunca, ni siquiera cuando cruzas la frontera y te conviertes en «no-alumno». Menudo descontrol sería.
En fín, veremos si 2 semanas es suficiente, y mañana tenemos notas. Hasta entonces, mis queridos padaguans. descansad y pensad sólo en que el viernes a estas horas, estaremos en el casco, cubata en mano, y con la satisfacción de que todo habrá acabado.
Enculin ending!!
Y ya está 🙂
Felicidades Luisillo!!
Dudaba entre un tuenti o un comentario, porque como estás desaparecido en combate la felicitación en persona la guardaremos para campamentos… y como al blog le tienes más cariño que al otro cacharro, pues eso: ¡Feliz cumpleaños!!
Un besote
Hola!
Ey gracias! Además bien pronto la felicitación!
Mejor en el blog, sí, el tuenti me parece un invento HORRIBLE, aquí me hace más ilusión, jej. Además, lo mismo la gente se anima y empieza a felicitarme como loca, y me llueven las invitaciones a cervecitas! jojojj.
Pues na, la felicitación en persona queda anotada, y cuando echemos ese café pendiente, será un café largo y casi diría yo merienda y cerveza, porque se empiezan a juntar los compromisos! jej
Un besico!