Siempre he querido hacer esto.
Siempre he querido salir de farra, y si el sueño, la resaca y el ánimo me lo permitían, meterme al blog y contar un poco lo que he hecho por la noche, qué me ha parecido y esas cosas. Vaya, un relato de éstos que al día siguiente te levantas y dices: «Mierda… lo he dejado escrito y cualquiera lo habrá leído».
La verdad es que me ha gustado. Tal vez lo mejor de todo es que no pensaba que la noche fuera a resultar así. Tenía otros planes completamente diferentes, pero es que está demostrado que cuanto más planificado tienes algo (y más si no sólo depende de tí), menos salen las cosas tal y como las habías previsto. Esto no es necesariamente malo, pero la moraleja es: NO PLANEES NADA.
Una cenita acompañada de colegas, unas risas bañadas en calimocho, y un rato de parranda en el casco – A partir de hoy conocido como «The Helmet» (dejélmet).
¿Cosas reseñables? Realmente no sabría decir, aunque probablemente:
– La rubia decía: Maicoooooool.
– Concu es una palabra odiosa y conlleva la muerte. Más CLARO agua.
– Coherencia ante todo, señores. Hay cosas que nunca entenderé, pero bueno.
– Había una rubia cachonda que pedía a gritos un membrete «pa» quedarse a gusto.
– Hablando claro: Don Vic, su bella doncella y la Jefa Pascuala son unos cacas.
– Sólo hay una cosa peor que «tralarí» . Tener que «tralará» (Voy pedo, tal vez mañana me hubiera arrepentido de escribir eso).
Creo que nada más. Balance positivo para esta noche en el Corto, el lugar de culto y reunión de ésta nuestra Asociación. Sólo cabe destacar la ausencia de mi queridísima camarera de las cervezas maravillosas. Un besico desde aquí.
Pues con esto y un bizcocho (bueno, y un pedillo simpático), me despido por hoy.
Y ya está 🙂