Otro día más.
Parece que no, pero el tiempo va pasando sin darnos cuenta. Sin quererlo, nos plantamos ya en marzo, y llevamos casi un mes de clases. Ha habido tiempo para poner los pies en la tierra después de la enculada, y empezar a moverse. Pero a día 28, tampoco se puede decir que haya habido días productivos.
Hoy no ha sido diferente. Dos horas peleándome con Merlín, pensando muy bien cada linea de código antes de picarla en el ordenador. Luego unas “pseudo-prácticas” en las que se supone nos hemos “iniciado” en el apasionante mundo del AutoCad. Comida entretenida, y después un café largo y tendido, acompañado de mi buen tabaco y unas partiditas de cartas.
Las horas de electrónica sí que creo que han sido de los pocos momentos del día que he aprovechado. Me enteraba de lo que decía el joven, estaba entretenido, y no se me han hecho pesadas. Pero a partir de ahí.. he vuelto al ya más que nombrado “bowling”. El derecho en la derecha. El izquierdo en la izquierda. Un huevo en cada mano y a frotarlos.
Jajajaj, en general ha sido un buen día, poco productivo, pero muy agradable. Además… he tenido una grata sorpresa. Mi “Peluda” ha vuelto y después de muchos meses sin apenas contacto, he tenido un buen rato para recuperar aunque sólo sea una pequeña parte del tiempo perdido.
Por el camino a casa, para no variar, he venido pensando. Y sí, decididamente he llegado a la conclusión (llevaba varios días pensando en esto) de que el cuerpo se “alcoholiza” en determinadas ocasiones. De la misma forma que después de una noche de extremos excesos etílicos tenemos lagunas en la memoria, he comprobado que después de determinados acontecimientos puede ocurrir lo mismo.
Hoy me cuesta horrores acordarme de lo que hice hace 8 meses, 10, e incluso un año. Es como si hubiera estado en coma, y hubiera despertado este agosto. Y la verdad, es algo muy raro. Igual que algunos sábados por la mañana tengo “flashes”, y me vienen a la mente escenas vergonzosas de la noche anterior, ahora me vienen a la mente escenas de hace muchos meses. Cosas que ni me acordaba que habían pasado, charlas con gente, fiestas, comentarios, cualquier tontería que hubiera hecho con cualquiera. Días de piscina, cenas en casas de amigos… Mil cosas.
¿Por qué pasa esto? ¿Por qué tengo la sensación de que “nací” hace 6 o 7 meses? Es como si gran parte de lo que hubiera hecho antes no hubiera ocurrido. No me desagrada la idea, las cosas duelen menos así. Pero me parece una cosa curiosísima. Cómo un cerebro (lo he nombrado alguna vez: un conjunto de células mal puestas) es capaz de recordar determinadas cosas y olvidar otras…
En fin, va a ser hora de ir a dormir, que ya estoy cansado. Aunque me alegra decir que me voy con buen sabor de boca. Sí. 🙂