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Buscando amigos en el CIPAJ

Hacía mucho que no me ocurría alguna anécdota Loixiana digna de ser comentada. Así que os voy a contar una que me ha dejado un poco a cuadros.

Volvía yo a casa, cuando en un paso de cebra he notado que un joven me miraba continuamente. A los pocos segundos he vuelto a pillarle mirándome de nuevo, pero esta vez no ha retirado la mirada para disimular. Así que he pensado que tal vez le sonaba mi cara, y le he preguntado. Ahí ha empezado el palique, que os describo a continuación:

Loixiyo: Hola, ¿nos conocemos?

Anónimo: No lo sé, ¿crees que nos conocemos?

Loixiyo, siguiendo la coña: No sé, a mi me suena tu cara, y como me mirabas he pensado que te ocurría lo mismo.

Anónimo: Cierto, a mí también me suena la tuya. ¿Cómo te llamas?

Loixiyo: —- (mi nombre, los que me conocéis os lo sabéis)

Anónimo: Aaaaah, sí, tu eres —- , el del anuncio en el CIPAJ diciendo que buscabas amigos.

Loixiyo le seguía la coña: Sí, pero no me acuerdo si me llegaste a contestar, ¿lo hiciste?

Anónimo: Coño, claro. Soy  —-, si hasta te agregué al MSN y hablamos.

Loixiyo, empezando a flipar: Puede ser, puede ser.

Anónimo: Oye, por cierto, apunté tu móvil en la lista de amigos del CIPAJ, pero lo debí perder, ¿me lo das otra vez?

Loixiyo, haciéndose el indignado: No, no, búscalo y cuando lo encuentres me llamas.

Anónimo: ¡Vale! ¿Y te puedo llamar para quedar y eso?

Loixiyo, feliz de que no tenga mi móvil: Claro, pégame un toque.

Anónimo: Vale, ¿en fin de semena o entre semana?

Loixiyo, mintiendo como un cosaco: Entre semana, que luego curro. 

Anónimo: OK, ¡nos vemos!

Loixiyo: Sí, seguramente. ¡Cuídate!

La conversación ha sido EXACTAMENTE así, ¿qué os parece? Lo primero que he hecho al despedirme de este joven ha sido buscar una cámara oculta que no he podido encontrar. Acto seguido he comprobado mis bolsillos para estar más tranquilo. El móvil y la cartera estaban en su sitio.

Sea como sea no he conseguido averiguar quién era semejante personaje que asegura que hemos hablado antes. Pero ha sido algo tan curioso que tenía que contarlo por aquí. Espero que no lo lea, joj.

Pues nada, queridos frikoides, con esta anécdota me despido por hoy. Ha sido una semana productiva, diría yo. Ahora toca hacer que el finde sea igual de productivo. Os contaré más historias en próximas entregas.

Y au! 🙂

PS: Lo sé, hasta con las piedras.

 

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¡Loixiyo va a Canarias!

¡Carnaval, carnaval!

Después de casi un año esperando estas fechas, pasado mañana me voy a Canarias con la bella doctora y algunos personajes más. Hoy estoy preparando ya la maleta, sacando los billetes de autobús que me faltan, y demás preparativos para el viaje.

Echaba en falta la sensación que se tiene cuando estás a pocos días de un viaje. El año pasado durante mi Erasmus es lo que más hice. Buscando por internet es fácil encontrar vuelos baratos, un alojamiento que no se te vaya de presupuesto y sitios majos para visitar. Para comer te puedes echar unos «taperguares», o comida que puedas llevar en la mochila. Aunque lo que no tiene que faltar es dinero para degustar los «menuses» autóctonos. Eso y buena compañía y ya tienes unos días estupendos.

Tengo algunas escapadas más en mente, como otra visita a las auroras boreales, unos días en París y/o Brujas, un «trip rimember» a Rivendel, tierra de rubias, Londres o Méjico con mis padres y alguno que otro más. El problema es que cuando eres universitario y tienes vacaciones, no tienes dinero. Pero cuando tienes trabajo tienes dinero pero no vacaciones. Parece que Dios no quiere que viajemos demasiado.

Por contaros un poco sobre Canarias, la isla escogida para el aterrizaje de vuestro ídolo es Tenerife. Para quien no sepa cuál es de todas, es la que tiene forma de pata de jamón. Gran Canaria tiene forma de cabeza de oso, con sus orejicas y todo, y Tenerife de jamón. ¿Veis? Así no se os va a olvidar en la vida. Veamos cómo son en realidad:

 

Islas

 

Voy a tener unos días para desconectar, relajarme y coger fuerzas, porque en el trabajo el tiempo para completar las millones de tareas que se acumulan es más que limitado. Y sobre todo, voy a disfrazarme de mariquita. Seré la mariquita más estupenda de la isla y del archipiélago entero. Las féminas nativas gritarán emocionadas cuando me vean y me harán la ola. Os pongo un ejemplo de cómo quedaré para que los que no me veáis allí sepáis de qué hablo:

 

Mariquita Bichos

 

Dicho esto, voy a cenar. No creo que escriba antes de mi vuelta así que ya os contaré mis experiencias por allí.

Y au! 🙂

 

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Ingen Platsen, ingen recklam

Ya he vuelto a Rivendel, tierra de rubias.

Para contrarestar la tristeza por abandonar Hobbiton, me he ido a Tallín con varios colegas, hasta esta mañana que hemos vuelto a Estocolmo.

Ya en el barco, tocó hacer lo propio. Fuimos a dar un paseo para inspeccionar, nos tumbamos un poco, compramos cervezas en el supermercado de abordo, y nos fuimos a la sauna y jacuzzi. Nos tocó esperar un poco, por culpa de una personilla que cariñosamente llamamos «Ingen», o «Ingen Platsen».

Ingen era una mujer mayor, que custodiaba la entrada a las duchas, y que no hablaba inglés en absoluto. Sólo sueco. Y debía pensar que gritando más la íbamos a entender mejor, porque en cada contestación gritaba más. O eso, o realmente no le gustamos, la cuestión es que ver cómo te gritan en arameo hace reir, y cuanto más sonreíamos, más gritaba.

Una de las veces que fuimos a intentar comprar un ticket, estaba algo agitada la susodicha, y nos empezó a gritar cosas, entre las que se entendió: «Ingen platsen!! Nej, nej, nej, ingen platsen!!»

La mujer hablaba buen sueco, de hecho fue un hombre el que lo entendió y nos tradujo. Nos explicó que la mujer decía: «No hay plazas! No, no, no, no hay plazas!!». Así que una vez supimos el problema, nos sentamos un rato a esperar. Resulta que no había sitios  para los cuatro en ese momento, pero inexplicablemente, otras 4 personas sí entraron, sin reserva, antes que nosotros. De ahí dedujimos que a aquella amable señora no le gustábamos. Pero de alguna manera, al final conseguimos entrar.

Ya dentro estuvimos en el Jacuzzi, sauna de esas de humo, sauna normal, vimos abuelas en pelotas (nos equivocamos de puerta :-D), y cuando finalmente estábamos en las duchas para irnos, dijimos algo como:

– ALGUIEN: «Bf.. no la liemos, o vendrá Ingen».

– YO (inocente): «Tranquilos, aquí no puede entrar, a ver si vamos a estar desnudos»

– OTRO ALGUIEN SIN DETERMINAR: «Nej, nej, nej, aisjfjklf slkñq pqoij assd ALARM!! kjñfñalskdfa s»

– ALGUIEN (sí, era INGEN): «ñl jfañdslkf jañdkfaj sd klasd»

Sí, la mujer entró a las duchas de hombres para decirnos que no dejáramos la puerta de la sauna abierta demasiado tiempo, o saltaba la alarma.

Manda huev*s que entrara hasta las duchas. Podría habernos pillado a todos en pelotas, enjabonándonos nuestras partes delicatessen (o delicadas), cada uno las suyas, se entiende. O no :-D. Pero hombre, al menos llamar a la puerta, hubiera sido de rigor, ¿o qué?

Por eso, mi primer post en tierra de rubias va dedicado a nuestra entrañable amiga, y a la que cuando hablaba en sueco yo contestaba:

«Ja, ingen recklam!»

Esto que yo le decía es lo que se pone en los buzones para que no te metan publicidad. Como me sonaba que empezaba igual que sus frases, yo le contestaba con eso, juasjuasjuas.

Pues nada, mis jóvenes padaguanes, os iré contando más andanzas por Rivendel, pero ahora toca descansar.

Y au! 🙂

PD: Botón -> Correr

PD2: Camello y empujoncito -> Correr

PD3: Autóctonos y medicólogos -> Correr

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Hoy son cuatro

En cierta ocasión, cuatro tontos acudieron a un restaurante para comer. Se sentaron en una mesa redonda y estuvieron echándose un cigarro hasta que un joven camarero les atendió. Los cuatro pidieron  los mismos primeros platos: Un buen plato de cocido bien calentito que, con el frío que hacía ese invierno, era lo que mejor sentaba.

Unos minutos después llegó el camarero y repartió los platos a los comensales. Primero a las dos doncellas, después a los dos galanes. ¡Qué olor desprendían aquellos platos, por Dios! Pero algo fallaba, hubo que avisar al camarero:

– Camarero, por favor, ¿sería tan amable de probar este caldo?

– ¿Qué ocurre? ¿Está frío, señorita?

– Por favor, pruébelo y dígamelo usted.

– No entiendo, ¿acaso le falta sal, o está muy salado?

– Hágame caso, pruébelo, de verdad.

El camarero estaba cada vez más agobiado

– Qué vergüenza, hay un mosquito, ¿es eso?

– Por favor, deje de hacer preguntas. Pruebe este caldo.

– Pero señori…

– ¡¡QUE PRUEBE ESTE CALDO, COÑO!! ¡¡YA!!

– Está bien, está bien … … …    … … …    … … … Un momento, ¿dónde está la cuchara?

– ¡Anda! ¿Por qué piensa, joven, que le pedía que probara el caldo?

Quería darte la bienvenida, ya somos cuatro. Y por supuesto, un abrazo a los otros dos.

Y ya está 🙂

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El niño fumador

Desde luego, yo alucino con las cosas que se ven. Sé que siempre lo digo, pero es que lo de hoy no ha tenido desperdicio:

Después de ir al CPS por la mañana para unas tutorías, he quedado con Tony (Anchoniou el Freak) en un bar que hay al lado de su casa. Así que nos hemos sentado amigablemente a charlar y ponernos al día del verano. Lo normal que hacen 2 amigos cuando se reencuentran, hasta aquí todo correcto.

El caso es que, yo no llevaba mechero, así que en un momento dado, me he girado hacia atrás, buscando a algún fumador que me lo prestara. Vamos, que estaba yo mirando hacia la ventana, en frente mío el freak, detrás a la izquierda teníamos una parejita enamorada, y JUSTO detrás mío, había un niño con una mujer con collarín.

Ya os he puesto en situación, vamos al meollo:

Al ir a buscar el mechero, he visto algo SORPRENDENTE CUANTO MENOS. El niño, llevaba un cigarro encendido en la mano, apollada junto al cenicero que había encima de la mesa. Mi reacción ha sido rápida:

– Tony, Tony, detrás mío hay un niño de 6 o 7 años fumando.

Tony no se lo creía, pero yo me he apartado un poco para que pudiera verlo y… CARA DE ASOMBRO…

Me he vuelto de nuevo, y he visto a la «madre», de pie junto al niño, terminando de recoger sus cosas en el bolso, así que he pensado:

– «Ya está, la madre tontorrona ha decidido que el niño le guarde su vicio mientras prepara su bolso».

Así que, me he dispuesto a pedirle fuego a la amable señora del collarín, nuestra intrépida mami. El diálogo ha sido tal que este:

– Perdone, señora, ¿tiene usted fuego?

– Sí, majo. Tengo pero NO FUMO, así que te lo voy a regalar.

Qué mujer más maja, como no fuma me regala su mechero. Un momento, un momento ,Loixiyo… piensa…

(He dormido poco y me ha costado pero entonces…)

¿¿¿¿¿COMOOOO????? Y si la mujer no fuma… qué hace el niño sentado cigarro en mano, un niño de 6/7 años de edad???

En fin… que siempre dicen que «hay que enseñar buenas costumbres desde chiquititos», pero no por ello yo les daré biberón de calimocho a mis bebés. Hay que hacer que crezcan sanos y fuertes, sin humos, ni alcohol (ya se destrozarán la vida luego, en la adolescencia, o en su juventud :-P).

Al final, la mujer y el niño han salido del bar, y no he llegado a entender bien qué ha pasado…

Curioso cuanto menos…

He dicho.

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13 de diciembre – Regresión fuera

No me quería ir a la cama sin escribir algo hoy. Ha sido un día curioso, me ha gustado la verdad.

De todos es sabido que mi afición por madrugar es poca. Hoy no ha sido especial, y no he madrugado excesivamente. Había examen de regresión y no quería llegar cansado.

Así que en allí estaba yo, a las 11:30 desayunando en el CPS, y con los últimos preparativos para el examen. Puntual como un reloj, una moza que no conocía ha llegado para repartir los exámenes. No sabía que esa asignatura la diera nadie más que Germán.

No ha habido sorpresas, el examen ha sido del tipo de siempre, y se ha hecho lo que se ha podido. Algunos errores en las cuentas me han hecho poner nervioso, y al final he optado por dejar algunas cosas en blanco. A CASCALA!! Pero no he salido disgustado.

En la comida bien, agradable compañia, y no menos agradables temas de conversación. Peeeeero… tenía que ir a dar clase a Miguel, así que no he podido echar el café tranquilo, sino que he tenido que salir pitando para buscar aparcamiento. Y he llegado a tiempo. Además me he estrenado: Hoy he pagado mi primera Zona Azul. JOJ :-P

Ya luego con Sara un ratillo, y bien. Luego Virginia y Cristian… y a la reunión a hablar de cosillas. Ha sido corta, menos mal, así que pronto todos a casa.

Ahora mientras escribo esto flirteo un rato, y pienso alguna que otra barbaridad marrana que, por supuesto (sea que alguna dulce damisela lea esto) no nombraré.

Poco queda para ir a dormir, después de un día tranquilo pero esperanzador en muchos sentidos, espero soñar cosas entretenidas para poder contar. Que hace ya que no tengo un sueño en condiciones!!

Juasjuas… en fin… al sobre toca. Al menos me he desestresao escribiendo esto…