1

El poder emborronador de la mente

Hay cosas de la mente que me llaman mucho la atención. Voy a poneros en situación:

… Hace unos años tuve una novia … Me salió rana y estuve pochillo una temporada.

Esta es toda la información que necesitáis saber, porque realmente el hecho de que aquella relación no llegara a buen puerto es secundario. Podéis cambiar «estuve con una chica y me salió rana» por «se me murió el perro y me deprimí», o cualquier otro suceso no-feliz que se os ocurra.

Lo que me parece curioso es como la mente decide olvidar cosas que han sido dolorosas. No me refiero a cuando por el motivo que sea decidimos enterrar un tema para que caiga en el olvido. Puede incluso que te hayas pegado días enteros hablando de ello, y aun así tu mente decida que no le conviene recordar todo aquello.

En mi caso, tengo un año y medio de mi vida en el que me cuesta horrores recordar las cosas. No recuerdo las fiestas de clase, no recuerdo en detalle viajes que hice aun con gente completamente ajena a aquella relación. No recuerdo qué asignaturas aprobé y cuales suspendí, ni con quien iba a clase, cuando iba … Es algo realmente sorprendente porque los años anteriores y los posteriores sí los recuerdo con bastante claridad.

No sé qué moverá a la mente a olvidar lo que cree que no es útil. Ni por qué elimina «por si acaso» cosas que no es necesario eliminar. Es como matar moscas a cañonazos. Podría descartar lo que no mola y dejarte unos recuerdos la mar de estupendos, todo el día de fiesta, sin estudiar, viajando, comiendo, bebiendo, fumando y algún otro placer que puedas hacer en compañía, ¿o qué? Pero no, ella ante la duda decide borrar a cascoporro.

Lo divertido del asunto es que cuando menos lo esperas, los recuerdos vuelven. Antes he pasado al lado de  un Kebab que olía a especias raras de las que me gustan. Me ha venido a la mente el Inter-Rail con mi hermano, mi primo y otra amiga que tuve en tiempos, y tirando del hilo, he ido sacando cosillas de las que no me acordaba. A veces un olor, otras una canción…

En fin, pequeños padaguanes, mi pequeña tontería de hoy no da para extenderse más. Sólo es una pequeña reflexión que hacía mientras volvía a casa. Además, creo que hace bastante que no escribía algo en serio. Así que si os habéis aburrido, podéis volver otro día por aquí, lo mismo puedo contaros algo más entretenido.

Por cierto, estoy preparando nuevo diseño para el blog (renovación del actual, más bien). En unos días verá la luz. Anticipo que lo haré utilizando HTML5 y alguna cosilla de CSS3, así que si no utilizáis navegadores nuevos no aseguro que se os vea bien.

Ale, otro día más!

Y au 😀

PS: Hoy no hay, que si tengo que pensarla ya casi no te veo 😀

PD: – Para los eruditos: La palabra «como», ¿en qué casos se acentúa si la frase es afirmativa? «No entiendo cómo/como eres tan tonto». «Eres como eres» (esta última no se acentúa, eso seguro)