0

Adoro mis clases

Este cuatrimestre he decir que adoro mis clases.

No hay hora que falte, pase lo que pase. Ni el calor y la posibilidad de echar una cervecita en la terraza, ni mi afán por conquistar a la Dama del Bambú, ni una resaca… Nada puede separarme de mis amadas clases.

Sueño con autómatas finitos, como pensando en Shapes, imagino mi vida sin saber dibujar figuras en 3D y me deprimo… Todo es alegría e ilusión, pero necesito algo más. No sé, creo que necesito más horas de clase. A veces pienso en ir a clases de tardes, o en suspender a drede para volver a cursar lo mismo al año que viene.

Pero sobre todo, espero con ilusión la eleccion del candidato Cepesiano al rectorado de la universidad, para proponerle mi última apuesta de futuro: Cambiar los horarios. Ya desde que entré, me dí cuenta de que algo fallaba, y es que tenemos demasiados minutos de descanso. Creo que realmente con 3 minutos bastaría. ¿Para qué terminar la clase, e irnos tristes a descansar 10 minutos, si podemos alargarlas 7 más? Señor candidato, piénselo y escríbame un correo con su opinión :-)

No quiero que lleguen los exámenes, significaría perder las clases magistrales que vengo disfrutando con adoración desde principios de febrero. Y ójala no hubiera verano… Queremos clases!

En fín, no quería dejar pasar ni un día más sin gritar a los 4 vientos mi profunda y cuasiplasmoide emoción. CPS, te amo :-)

He dicho.

Categorías Publicado en: CPS Etiquetas Sin etiquetas